Para celebrar un cumpleaños que tuvo lugar en noviembre de 2016 el sábado pasado (24 de junio) nos fuimos de fiesta+camping a la holandesa, o lo que es lo mismo, a lo hippie-light. Todo de lo más normal por estas tierras, como el hecho de que nuestra tienda fuese un barco, o de que el día fuera más de otoño que si hubiese sido en pleno noviembre.
La joya del camping era el barco, sin lugar a dudas, y nosotros tuvimos la suerte de poder reservarlo a tiempo. Dormimos "la mar" de bien y éramos los únicos que no temíamos que la lluvia nos fastidiara el sueño. Martinus's Plak, Asten-Heusden, 24 de junio de 2017.
Martinus's Plak, Asten-Heusden, 24 de junio de 2017.
Para los peques fue toda una experiencia, claro. Jaime, de hecho, lo convirtió en su distracción, a su manera, a la manera de Jaime: iba invitado por invitado del cumple (95% adultos) preguntando quién quería una visita guiada al barco. Así se pasó media tarde, de guía turístico. Martinus's Plak, Asten-Heusden, 24 de junio de 2017.
Mientras Míkel y yo nos dimos una vuelta por el camping y descubrimos una mini-biblioteca, un foodtruck, luces con las que jugar... Martinus's Plak, Asten-Heusden, 24 de junio de 2017.
El tiempo no acompañó. Como dijo Sergio: "mira que nos lo pusieron difícil para pasarlo bien". Pero yo creo que ya estamos echando callo aquí en Holanda y lo disfrutamos. Por la fiesta, por la experiencia, por las ganas de pasar un rato con los amigos. Que quería hacer frío y llover... pues nada, a sobrellevarlo junto a la hoguera. Martinus's Plak, Asten-Heusden, 24 de junio de 2017.
O a meterse en el bote y acostamos riéndonos de no saber cómo nos íbamos a despertar a la mañana siguiente. ¡Toda una aventura! Ahoy!! Martinus's Plak, Asten-Heusden, 24 de junio de 2017.
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