Amor Propio

¿Sabéis lo que es el “Amor Propio”?

No es un concepto pasado de moda como podéis pensar que es el pundonor, la reputación, o el honor…. No. Es algo que debería ser fundamental en la formación de cualquier persona.

El Amor Propio, como su nombre indica, actúa dentro de nosotros y pone en marcha dos procesos que deben avanzar en paralelo.

Por un lado, es el camino hacia el autoconocimiento: querernos, aceptarnos, cuidarnos, tratarnos con compasión y alcanzar un grado de autoafirmación que evoluciona con nosotros a lo largo de la vida.

Por otro, paralelo a este proceso de autoconocimiento, y fundamental para que sea efectivo, está el lado menos complaciente del Amor Propio, el que toma acción y nos obliga a ser coherentes con esa idea que nos hemos construido de quiénes somos.

Se trata, ni más ni menos, de respetar esa autoafirmación que hemos dicho habíamos conseguimos tras el proceso de conocernos, querernos, cuidarnos y ser compasivos con nosotros mismos.

El Amor Propio es un orgullo sano, una dignidad interior, que nada tiene que ver con la vanidad, sino con el querer estar a la altura de lo que sabemos que somos capaces de ser y hacer.

Y no estamos hablando de intentar ser perfectos, los mejores, siempre ganadores, o de dar una buena imagen a los demás, se trata de tener la decencia de no engañarnos a nosotros mismos, de no conformarnos con la mediocridad o actuar con desgana, de negarnos a dejarnos llevar o a recurrir siempre a lo fácil, porque estas actitudes acabarán minando nuestra autoestima y, a la larga, nos dolerán más que cualquier derrota.

Hay que apelar al Amor Propio porque es la mejor manera que tenemos para fortalecer nuestra autoestima.

No es un castigo sino un motor de superación personal, una fuerza que impedirá que nos conformemos con menos de lo que sabemos que podemos conseguir.

Padiesha

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