Reconocimiento a los extraterrestres que leíamos (y leemos) andando por la calle o tras un mostrador;
a los que nos da igual que nos vean leyendo esto o aquello, ya sea un premio nobel, una revista de scrapbooking, un cómic o "El barco de Marco";
a los que se sabían los tebeos de memoria antes de saber siquiera leer;
a los que empezaron a hacerlo con 15 años y los que retomaron el amor a la lectura con 60;
a los que, cansados, a las tantas de la noche, se sentaban en la cocina y se leían, a una velocidad pasmosa, mi biblioteca entera y parte de la pública;
a los que se emocionan tanto con un libro que te hacen un marcaje por toda la cancha hasta que consigues que te lo leas;
a los que no tienen ni tiempo para descansar y aún así leen y leen... hasta en un idioma diferente al suyo;
a los que, empezando apenas a leer, no quieren separarse del libro ni para dormir...
¡Y me emociona tanto que los dibujos sean de Quentin Blake!