Míkel ha descubierto la comida japonesa... y le ha gustado. No sabemos si llegará a los niveles de Jaime (subirse en la silla y gritar "Shushi!!" cuando se acercaba el camarero), pero es un comienzo.
Míkel ha descubierto la comida japonesa... y le ha gustado. No sabemos si llegará a los niveles de Jaime (subirse en la silla y gritar "Shushi!!" cuando se acercaba el camarero), pero es un comienzo.